Distribuidoras tratadas como bancos

Hay datos que no pueden ignorarse. Industrias como construcción y automotriz son parámetros que adelantan cómo viene la situación económica. Y hoy por hoy, no son nada halagüeñas.

Ya hablamos de una recesión en la industria automotriz con 18 meses consecutivos de pérdidas.

Si bien, la caída en los últimos dos trimestres del 2019 ya no fue a doble dígito, sino a uno, la realidad es que todavía el gremio bajo la tutela de la AMIA, que preside Eduardo Solís, y la AMDA, al mando de Guillermo Prieto, visualizan un 2020 sin recuperación.

¿Con caída libre? Aún no se sabe y depende de diversos factores. Crecimiento de economía interna, condiciones externas, y una política que de certeza, pero sobre todo de eliminar el ataque frontal que comienza a padecer la industria automotriz.

Nos aseguran que se establece una política fiscal y regulatoria similar a la que tienen los grupos financieros, vía la Unidad de Inteligencia Financiera, que comanda Santiago Nieto; el SAT, al frente de Raquel Buenrostro; la Secretaría del Trabajo, que encabeza Luisa María Alcalde; la Profeco, que encabeza Ricardo Sheffield; y el IMSS. Con multas que superan por mucho los procesos faltantes, aun cuando éste se trate del llenado de un recuadro.

En cuanto a esquemas de información fiscal, montos de venta, a quiénes venden, dónde, cuándo y cómo establecer requisitos y solicitudes a los compradores.

Es fundamental que se haga algo en pro de ordenar, no de amedrentar o establecer paliativos.

Se requiere de una verdadera ley de movilidad integral que toque a fondo el sector público, privado y en vías de desarrollo, como son los autos eléctricos, y esquemas de recuperación de financiamiento.

Así como el blindaje de las aduanas y esquemas que den certidumbre con la entrada del T-MEC, donde se establece que en el mediano plazo todas las armadoras deberán producir comprando acero de su lugar de origen, punto, donde los mexicanos se encuentran en desventaja en precios.

Habrá que poner mayor atención en este gremio que representa 4% del PIB, 20% del PIB manufacturero y 2 millones de empleos, porque su desplome iría directamente a demostrar que el poder adquisitivo seguirá golpeado, habrá mayor desempleo, y la economía simplemente estará en números rojos.

Todo parece ser cuestión de voluntad política. Tan es así que se alcanzó un acuerdo con la Semarnat, que dirige Blanca Mendoza, para frenar la entrada de las nuevas normas ambientales, de frente a la falta de un diésel más limpio. Y al no quererse importar, se tendrá que esperar, dicen, hasta que esté la refinería de Dos Bocas. Habrá que estar al pendiente de los movimientos que se dan en torno a este gremio.

SIEMENS SIGUE EN LITIGIO. El caso de Karla Beatriz Castro vs la alemana Siemens sigue en litigio y aunque parecía que a la empresa de biotecnología no le ponían mucha atención y parecía le llevaría menos de dos meses en darle carpetazo al tema.

A dos años se ha demostrado que la negligencia e inseguridad de algunos mecanismos de Siemens y Ternium pusieron en riesgo la vida de Karla, quien ha sido sometida a varias cirugías desde entonces.

La justicia parece estar esclareciendo el tema a favor de Karla. Situación que pone en aprietos a Siemens y Ternium, cuyos abogados han querido mover el tema a Nuevo León, sin tener éxito. Así que el proceso legal se mantiene en la CDMX y por la vía civil. El tema no se aleja de la justicia.