Reforma fiscal ¿en puerta?

Se requieren más ingresos para dotar a México de infraestructura y mejores condiciones que permitan hacerlo más atractivo y aprovechar el famoso nearshoring, la relocalización de inversiones. La pregunta es si alguno de los candidatos a la presidencia pondrá el tema sobre la mesa, pese a lo impopular que éste sea. O el siguiente Presidente de México lo impulsará durante su primer año de mandato, porque de lo contrario y pese a todos los buenos deseos, no alcanzará para que México crezca a tasas mayores a 3 por ciento.

Vamos por partes. El tema de una reforma fiscal es muy complejo, porque implicaría para muchos el cambio de estructura o subir impuestos. Necesidad que México ha tenido desde el México independiente.

A decir de Fausto Hernández, economista, México es uno de los países que recauda menos como proporción del PIB de manera histórica, y mucha gente lo ha explicado de diferentes maneras. Pero, una de las grandes interrogantes; es qué la ciudadanía dice; -yo pago impuestos, pero del lado de gastos no veo retribución, porque se ven calles con baches, con falta de servicios básicos, no hay infraestructura y entonces se abre la interrogante ¿qué se hace con mis impuestos?

Es una buena pregunta, pero los impuestos también son destinados para cosas que se requieren y no se ven, como, por ejemplo, en este momento hay una presión muy fuerte de los pensionados, de los famosos beby boomer, quienes gozan de un muy buen sistema de pensiones por parte del sistema del seguro social, pero que se ha hecho inviable. Los pensionados del IMSS bajo la ley 73 están imprimiendo una presión muy fuerte a la economía.

Es cierto que una de las grandes salidas que tendría este país, es aprovechar el famoso nearshoring, la relocalización de las inversiones, pero, para ello, se necesita infraestructura.

¿Por dónde empezar? Parece que hasta ahora nadie tiene la respuesta, lo que es una realidad es la necesidad de una reforma fiscal que incremente los ingresos del gobierno, haciéndole saber a la sociedad que se van a invertir bien. Y que habrá un impacto para todos, además de sostener los programas sociales. Difícil el reto, sí, pero necesario para que se pueda avanzar.

La austeridad ya dio su límite, en estos días salió un estudio de las finanzas públicas, dónde se puede ver que reducir gastos ya no da para más, estamos viendo temas que por no darle mantenimiento las fallas se perciben cada vez más.

Este país es competitivo en materia empresarial, es competitivo en tasas impositivas, el “gran pero” es que estas sólo van contra los cautivos. Este país en muchos casos lo sostienen los contribuyentes cautivos y se está agotando, dando paso a una economía informal en ascenso.

En el caso de las empresas y la recaudación, hay que decir que este Gobierno ha hecho una gran labor en cobrarle a empresas, aunque no será suficiente.

Una reforma fiscal se ve cada vez más inevitable, donde el IVA es una gran opción, donde lo ideal será homologar la tasa incluida la frontera, dado que la reducción de está demostró que no ayudo y si se perdió en recaudación.

El actual Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O ha manifestado que no es buena idea una reforma fiscal y subir impuestos, y la realidad es que en este Gobierno ya no se visualizara, pero de que es necesaria aunque impopular, es real.

También es una realidad que el ajuste fiscal debe venir en el primer año del próximo gobierno, sino el tema se politiza y se vuelve a caer en parches y más parches que afectan, otra vez, a los mismos.

Hablar de economía informal, el asunto es muy complejo, porque se tendría que primero dar paso a modernizarnos como país, generar empleo, apoyar a las empresas. Es un proceso de largo plazo reducir la informalidad, porque además es un reflejo del crecimiento de la economía formal, de ahí que la homologación del IVA toma relevancia para alcanzar a toda la población. ¿Será que se aborde en esta carrera presidencial?