Vaya cachetada con guante blanco que dio el Banco de México a las políticas de la Secretaría de Energía y a la Comisión Federal de Electricidad que buscan regresar a las energías “sucias” y depender más del carbón y el combustóleo. Pues resulta que el Instituto Central modificó su reglamentointerior y creó una nueva Dirección de Análisis y Políticas de Riesgos Ambientales.
La función de la naciente área es elaborar y promover normatividad, políticaspúblicas e investigaciones que favorezcan el desarrollosostenible de las actividades y servicios que se lleven a cabo en el sistemafinanciero.
La dirección también tiene como objetivo evaluar y monitorear los riesgos físicos y las oportunidades que se derivan de la transición a una economía baja en carbono y amigable con el medio ambiente, así como los desafíos al sistemafinanciero relacionados con estos factores.
Sin embargo, esta política del Banco de México -aunque de manera indirecta- no va de la mano con la iniciativa de reformas al sistema eléctrico que se analiza en el Congreso y cuya encomienda de los altos mandos es aprobarla al costo que sea.
La propuesta de modificaciones en materia eléctrica del presidente López Obrador tiene como propósito que la Comisión Federal de Electricidad pueda activar sus plantas subutilizadas que dependen del carbón y combustóleo, ya que bajo las leyes vigentes no pueden trabajar a su máxima capacidad.
No hay que olvidar que México tiene un elevado excedente de combustóleo que produce PetróleosMexicanos y que nadie en el mundo quiere comprar porque va en contra de las energías proambientales.
Estados Unidos evalúa sanciones
Ya que hablamos de temas ambientales, no cabe duda que el gobierno del presidenteJoeBiden no ve para nada con buenos ojos las políticas energéticas del gobierno mexicano. Y aunque no hay un pronunciamiento abierto por respeto a la soberanía y a las decisiones de la política interna nacional, nos adelantan que hay un análisis profundo sobre las implicaciones que tendrá -en caso de aprobarse- la iniciativa de reforma eléctrica y sus efectos en las empresasestadounidenses.
El endurecimiento de la postura de México en favor del mayor uso de hidrocarburos ya encendió focos de alerta entre los miembros de la Casa Blanca, de ahí que la administración de Biden continuará insistiendo en que México regrese a las energías renovables.
Para nada es casualidad la visita de John Kerry, enviado especial para analizar temas relacionados con cambios climáticos. Si bien la Cancillería asegura que la reunión se centrará en analizar el plan de reforestación Sembrando Vida, la realidad es que la intención del funcionario estadounidense es insistir en los daños que generarán al medio ambiente el mayor uso de combustóleos.
Desde el partido demócrata comentan que las implicaciones en las relaciones bilaterales por la aprobación de la reforma eléctrica serán negativas para México, ya que al darle preferencia a la Comisión Federal de Electricidad se atentará contra los intereses comerciales de empresasestadounidensesinstaladas en México que tienen contratosfirmados desde hace varios años, por lo que el gobierno del presidenteBiden no se quedará con los brazos cruzados.
Nos adelantan que no se permitirán violaciones al Tratado de Libre Comercio (T-MEC) ni que se quiera dar marcha atrás a contratos legalmente signados… ahí sí, nos dicen, el gobierno de Estados Unidos levantará la mano de manera enérgica.
Las nuevas decisiones del Gobierno mexicano, al mando de Andrés Manuel López Obrador, generan incertidumbre jurídica y un monitoreo constante de nuestro principal socio comercial, Estados Unidos. México depende en gran medida […]